Publico a continuación el siguiente artículo que me hizo llegar un destacado exalumno lector de “Puente Cultural”, extraído de la página web de UPSOCL. La educación de los niños puede ser abordada de muchas maneras, todo depende de la intención de los padres. El método de enseñanza más común es el de hacerle ver al niño sus errores, así puede corregirlos e intentar ceñirse a lo que es “correcto”. Sin embargo, hay padres que han querido buscar otras formas de enseñar a los menores.
Una idea bastante original lleva el nombre de “bolígrafo verde”, ésta consiste en hacer ver los aciertos antes que los errores. Es un refuerzo positivo que parece tener una mayor efectividad en cuanto a términos académicos, así como también en lo referido al lado emocional de los niños. Los errores suelen resaltarse en color rojo, pero con este método la idea es resaltar los aciertos en verde.
Con el método tradicional, la hoja podría estar llena de cruces y letras tachadas, algo que influye de manera negativa en los menores; ellos ven que se están equivocando más de lo que logran hacerlo bien. Al encerrar sus aciertos en verde, se dan cuenta de los frutos de su esfuerzo y sienten ganas de seguir intentándolo más veces para dar en el clavo.
Una madre cuenta así su experiencia con el método del bolígrafo verde: “Empezaré desde el principio. Mi hija casi nunca iba a la escuela de estimulación temprana, yo misma siempre fui quien se encargó de eso. Cuando estábamos entrenando su mano antes del ingreso a la escuela regular, nuestro cuaderno se veía algo así:
¿Ves la diferencia? Yo no resaltaba con bolígrafo rojo los errores, sino que destacaba con el verde las letras y bolitas que le habían salido bien. A ella eso le gustaba mucho y siempre, después de terminar un renglón me preguntaba: ‘¿Mami, cuál de todas me salió mejor?’ Y se alegraba aún más cuando yo rodeaba la letra más bonita con las palabras ‘muy bien’”.
Resaltar los aciertos en verde provoca que el niño vea sus virtudes rápidamente, y aunque no haya tenido demasiados aciertos, el subconsciente lo toma como algo positivo.
Lo importante es que en este ejemplo se da un cambio de estructura de pensamiento, cosa que para los niños es muy radical y tiene efectos inmediatos. Lo usual en la actualidad es hacernos ver las cosas en las que nos equivocamos, pero no hay razón para no hacerlo del otro modo y de esta manera aumentar nuestra autoestima.
“El leguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompaña a la virtud”
(Confucio)