En el colegio Libertador San Martín de San Borja al igual que muchos colegios privados en Perú, los alumnos aprueban con una nota igual o mayor que “trece”; de este modo pretendemos elevar el nivel del rendimiento académico de los estudiantes quienes en estos últimos años no se esfuerzan lo suficiente ni mucho menos utilizan su verdadero potencial en los estudios. Entonces ellos saben que alcanzando un calificativo de 12, 11 ó menos, tendrán que hacer de manera obligatoria su recuperación académica en el verano; es decir dichos estudiantes tendrán asegurado su temido y probablemente poco deseado “vacacional”. A estas alturas del año escolar los adolescentes recién sienten la preocupación por susbajas notas alcanzadas durante los tres primeros bimestres, y muchos de ellos hacen esfuerzos por recuperar el tiempo perdido. En estas circunstancias, al comenzar el cuarto y último bimestre del año escolar, les anuncié a mis queridos alumnos que tenía un plan especial para todos ellos al que he denominado “Operación mínimo 13”.
En un principio no entendieron de qué se trataba, les expliqué entonces que mi plan era muy sencillo, y que consistía en brindarles en esta última etapa, todas las facilidades y oportunidades para que ellos puedan levantar sus calificativos en el área de matemática pero además tuve que precisarles de manera clara y contundente que en ningún caso mi plan significaba el regalo de una nota. Si salen desaprobados en un tema pueden volver a dar un examen de recuperación; cada trabajo que se realice dentro del aula significa un calificativo especial por su esfuerzo; cada ejercicio o problema bien resuelto tiene un calificativo entre 16 y 20, sin importar el número de veces que participen; la buena presentación de sus tareas es también bonificado con notas sobre 16. De esta manera ellos han cambiado o están cambiando de actitud frente al estudio de la matemática.
Mi plan “operación mínimo 13” pretende principalmente motivar a los estudiantes para que despierten de la comodidad y el letargo en que viven y que tengan a la vez la seguridad y convicción que si realmente se dedican al estudio no habrá para ellos vacacional en el verano. Finalmente, como habrán podido constatar todos mis lectores, mi plan no es nada nuevo ni mucho menos científico, es sencillamente lo que siempre hacemos todos los maestros que queremos que nuestros alumnos aprendan y se comporten como verdaderos estudiantes responsables; mi plan es una estrategia motivadora con un posible impacto psicológico positivo en el estudiante; y es que a estas alturas del cada vez más difícil camino de la enseñanza, algo nuevo tenemos que hacer o inventar ante la profunda crisis educativa que se vive en nuestro país.