TRISTE REALIDAD

s una pena lo que ocurre en nuestro país respecto a la actitud de la gran mayoría de  peruanos. La mediocridad se acentúa paulatinamente en  el universo de nuestra sociedad. Gobernantes, profesionales, empresarios, policías, militares, deportistas, estudiantes. Adultos, jóvenes, adolescentes, dando mal ejemplo a los niños quienes posteriormente pasarán a  engrosar –con sinceridad espero que no- la gran masa de mediocres en nuestro país.

Me sorprende y llama la atención en nuestro medio, algunas frases que se pronuncian camufladas en un aparente consuelo, como: “Hay que elegir el mal menor”… es decir, todo lo elegible es malo en Perú; o este otro: “El objetivo en las eliminatorias al mundial de fútbol es  quedar en el penúltimo lugar”… a esto le agregan -me suena jocoso- salvar el honor, es decir, luchamos por los últimos puestos;  la clásica de nuestros alumnos: “Necesito un ocho para aprobar el curso con once”…es  decir, no importa  cuánto han aprendido para ser promovido o cuánto más deben aprender para salir con mejor calificativo.

¿Qué está pasando en nuestro país?; mientras otros avanzan aceleradamente o hacen el esfuerzo por salir adelante, nosotros retrocedemos a una velocidad alarmante. Si algo sale mal, nuestra característica es buscar a los culpables antes de ver nuestros propios errores. Hagámonos una autoevaluación y seamos honestos: somos campeones de la improvisación en todos los campos profesionales; y si es en el campo educativo, las consecuencias serán muy graves. Muchos docentes aferrados a modelos tradicionales, improvisan proyectos, métodos, programas de acuerdo a criterios personales o por simple imitación. En educación nada debe ser improvisado y mucho menos no evaluado. Les pongo un ejemplo real de lo que estoy afirmando: Siempre me ha llamado la atención la gran contradicción que hay respecto a que  Finlandia ocupa el primer lugar en calidad educativa (comprensión lectora y razonamiento matemático) a nivel mundial y Perú ocupa el último; pero en Finlandia los niños aprenden a leer y escribir a los 7 años, mientras que en Perú se está enseñando a leer y escribir entre los 5 y 6 años. ¿No les parece significativa la contradicción?. Lo que pasa es que en los países adelantados no se improvisa; ellos se caracterizan por llevar adelante proyectos que tienen sus bases en el estudio e investigación científica. Finlandia tendrá razones valederas para iniciar con la lectoescritura a los 7 años y está demostrando que tienen razón cuando ocupan el primer lugar. Nosotros que nos adelantamos en la lectoescritura aparentemente para ser mejores, terminamos siendo los peores; así de simple.

En nuestro país hace falta la investigación; es más, hay abundancia de universidades pero contadas son las que tienen un centro de investigación.

Finalmente, me dirijo a los estudiantes  de   mi país para decirles que nuestro Perú necesita mucho de ustedes, no se proyecten a engrosar la sociedad mediocre y corrupta que les rodea, sacrifiquen su comodidad y ocio trazándose metas a corto plazo; las metas  a mediano y largo plazo  en los estudiantes, los conduce precisamente a la comodidad y por ende a la mediocridad. Una meta a corto plazo es por ejemplo que en un mes  lean un par de libros; otra  meta a corto plazo podría ser alcanzar un promedio ponderado mínimo de 13 en el bimestre; la siguiente meta corta sería lograr un ponderado de 14 ó 15 en el próximo bimestre, y así sucesivamente. Creo sinceramente que sería un buen inicio para salir del camino a la mediocridad y enrumbar a  otro que engrandezca  en un futuro próximo a nuestro país.