El 10 de marzo; apenas hace 2 días, publiqué mi artículo “LIMA A LA DERIVA” luego de una experiencia de cruzar Lima con mi bicicleta el jueves 22 de febrero. En dicho artículo escribo sobre la informalidad e incapacidad de nuestros gobernantes para tener una ciudad limpia, ordenada y con una buena infraestructura sobre todo en lo que se refiere a las ciclovías. Hago también mención sobre la informalidad y desorden respecto al tránsito, donde en esta Lima tierra de nadie, la mayoría de los conductores hacen lo que les da la gana, todos estamos en peligro de vida o muerte en esta lima desprotegida donde no hay control de la policía. Al cruzar Lima desde los Olivos hasta el puente de Atocongo en el distrito de San Juan de Miraflores pedaleando mi bicicleta, sólo pude ver 6 policías. La desprotección es casi total; cada vez que salimos de casa a cumplir nuestras responsabilidades de trabajo o estudio, no sabemos si regresaremos sanos y salvos a casa; no es una exageración. En Lima, ciudad capital del Perú totalmente abandonada y sin protección policial, cualquier cosa nos puede pasar.
Ayer lunes 11 de marzo, dos adolescentes de tan solo 17 años, perdieron la vida trágicamente al salir de sus clases de una academia preuniversitaria rumbo a sus casas. Cruzaron la avenida Túpac Amaru y fueron arrolladas por una camioneta doble cabina, manejada por un policía que invadía el carril del metropolitano a gran velocidad. Dos estudiantes con un gran futuro prometedor, pierden la vida tempranamente por el desorden total que hay en las calles y que nadie controla. Por esta avenida circula el Metropolitano y sus carriles son de uso exclusivo de esta línea; sin embargo, los choferes irresponsables que no soportan el pesado tránsito que hay en los carriles para el tránsito particular, se meten a las vías del metropolitano y nadie controla esta falta grave. Como siempre en nuestro querido Perú, tiene que suceder tragedias irreparables para recién tomar el control respectivo; es así que hoy martes, desde muy temprano hubo un operativo de control con un poco más de una decena de policías, cerca al triste acontecimiento del atropello de dos menores. Oh doble sorpresa, se han intervenido a casi 70 autos y camionetas siendo la mayoría de ellos, policías de todos los grados, incluso un comandante, que no estaban en ninguna misión urgente; sencillamente se dirigían a sus trabajos o domicilios. Sólo en nuestro pobre Perú sucede lo que vimos esta mañana; policías deteniendo y poniéndoles papeletas a otros policías irresponsables y sinvergüenzas. Dicen que la multa es 480 nuevos soles por transitar por la vía del metropolitano; entonces esos malos policías han sido sancionados con esa multa y allí terminó todo y no pasará nada más con ellos, se los aseguro. Pienso que aparte de la papeleta deberían ser denunciados penalmente. Pero eso jamás sucederá. En el operativo de la mañana de hoy hubo un caso que ya no tiene nombre, detuvieron también a un triciclo motorizado por la vía del metropolitano. Era una vendedora de frutas con un acompañante. Ninguno tenía un solo documento, el triciclo no tenía placa; los policías no sabían qué hacer, luego el acompañante se bajó y retiró del escenario gritando y faltando el respeto a los policías. Se fue muy campante; mejor dicho, se escapó caminando y no lo detuvieron. ¿Tan frágil y permisiva es la actitud de nuestros policías?
No quiero imaginar cómo se encuentra la familia de las menores atropelladas, quienes sufren el dolor por la pérdida de sus seres querido. Esperemos que la justicia castigue severamente a quien fue el causante de esta desgracia. Pero esos padres que lloran la temprana partida de sus hijas, jamás las podrán recuperar.