Este fin del año escolar, tuve mucha tristeza porque un grupo de alumnos de mi promoción 2015, se fueron y ya no volverán. Me dejan su recuerdo, y su partida creará un gran vacío en el aula y en mi alma. El próximo año escolar tendré que acostumbrarme (y no será sencillo) tan solo a mirar sus lugares que siempre han ocupado durante cuatro años consecutivos. El grupo de mis “muchanchines” como cariñosamente los llamo, que dejan a su promoción y su colegio, deben también sentir doblemente este alejamiento, pero deben ser valientes y honestos en reconocer sus errores. Les faltó la decisión de cambiar y dedicar su tiempo exclusivo al estudio. Si reconocen su error y asumen su responsabilidad entonces retomarán el buen camino con más calma y sin resentimientos; recuerden siempre que Los errores nos dejan lecciones de vida, y mi único deseo es que aprendan la lección. El futuro es un horizonte amplio para ustedes que están saliendo de la adolescencia; por lo tanto deben reiniciar la marcha con mayor responsabilidad y dedicación. Por otro lado queridos amigos les aseguro que la amistad y hermandad que se formó en nuestra promoción, queda sellada por siempre y nadie podrá destruirla.
No traten de buscar culpables o responsables; lo cierto es que pasó lo que tenía que pasar. Si ustedes, con la mano en el corazón aceptan que se equivocaron al no aceptar cumplir las recomendaciones de sus padres ni la de sus profesores, entonces el dolor será menos y las ganas de retomar el camino serán mayores.
Finalmente no pierdan contacto con nuestro equipo; desde ya les aseguro con sinceridad que su amigo y siempre Tutor los estará esperando en cualquier momento para cualquier consulta o consejo, con el mismo cariño de ayer.