Hablar del orden en estos tiempos parece de muy poca importancia….
Tener orden no es cosa de poca importancia, ni asunto pequeño. Es una de las virtudes más preciosas para el buen equilibrio de la vida individual y para la armonía de la vida común.
Todos necesitamos durante toda nuestra vida, tener orden. El orden es un medio de desarrollo, el dominio de sí mismos y en cierto sentido el espíritu de sacrificio, obligándolo a luchar contra el abandono y la negligencia.
Es una verdad comprobada por la experiencia, que el orden exterior:
- Hace la vida más agradable.
- Alivia la memoria, permitiendo encontrar sin esfuerzo las cosas en su sitio.
- Facilita la calma, suprimiendo esas causas de enervamiento y fatiga que constituye el desorden.
- Hace ganar tiempo, pues permite obrar con seguridad para encontrar aquello que se necesita.
- Facilita el respeto al bien común y el sentido social, porque nada perjudica tanto la buena armonía y mutua ayuda como el no volver a su lugar los objetos útiles pertenecientes a la comunidad familiar.
El orden asegura también la exactitud y la exactitud es a la vez una de las formas del orden y la cortesía.