Más del 90% de las Instituciones Educativas del Perú desarrollan el programa vacacional básicamente para nivelar a los alumnos reprobados en las diferentes áreas educativas; por lo tanto, las vacaciones de miles de alumnos se tienen que interrumpir a fin de llevar el programa de recuperación académica. Oficialmente la nota mínima para aprobar es “once”; sin embargo, en la actualidad, el rendimiento académico de los estudiantes es muy bajo aún cuando hayan alcanzado una nota aprobatoria de once. Esta es una de las razones principales para que muchos colegios hayan establecido internamente la nota mínima de trece, para no hacer curso de recuperación en las vacaciones. Es posible que algunos alumnos y padres de familia sientan cierto malestar por esta nueva norma interna de los colegios como es el caso del Libertador San Martín, que dicho sea de paso, puso en pleno conocimiento de toda la comunidad educativa previo al inicio del año académico. Los estudiantes tienen que comprender que en este mundo ciento por ciento competitivo, tienen que mejorar con convicción su aprendizaje para lograr un buen rendimiento académico y salir de una vez por todas de la mediocridad a la que se están acostumbrando debido al entorno ampliamente permisivo en la que conviven. Invito cordialmente a los alumnos y padres de familia a reflexionar sobre este tema que probablemente los incomoda, pero que está orientado principalmente a elevar la calidad educativa de nuestros alumnos quienes deben afrontar su responsabilidad con humildad y buen ánimo.