A los “Juegos Florales 2010” en el colegio Libertador San Martín del distrito de San Borja (Lima-Perú), se le llamó IVAN RODRÍGUEZ GRÁNDEZ, destacado ex alumno de la promoción 1985. El colegio fue muy acertado y justo en la nominación de quien en la fecha es un prestigioso Médico Gastroenterólogo. Tuve la suerte de ser su Tutor en la secundaria, durante cinco años; por lo tanto conozco los méritos y grandes cualidades de Iván, quien fue un alumno disciplinado, respetuoso, sencillo y muy estudioso.
La noche del jueves 10 del presente en la que se llevó a cabo la premiación de los alumnos ganadores, Iván Rodríguez dio un discurso en cuyo contenido se percibe fácilmente su gran calidad humana, pero sobre todo nos deja muy en claro que el actual profesional de la medicina sigue manteniendo dos grandes valores que le enseñaron sus padres y profesores y que todo ser humano debería cultivar: “La humildad y la gratitud”.
Por la importancia de su mensaje dirigido a los actuales estudiantes, representa para mí satisfactorio reproducir el contenido total del discurso de mi ex alumno y amigo Iván Rodríguez Grández.
Estoy doblemente honrado y emocionado de estar ante ustedes porque hace tan solo tres décadas participaba como ustedes (en los Juegos Florales), en lectura y oratoria, confieso no con mucho éxito, y ahora, inmerecidamente, estos juegos florales llevan mi nombre, lo cual agradezco a las autoridades del colegio desde el fondo de mi corazón porque estoy ante mis seres queridos, amigos y alumnos actuales, para compartir un poco la perspectiva de vida de un ex alumno sanmartiniano que ha podido lograr muchas de sus aspiraciones.
Los años más maravillosos siempre son las vividas en las aulas del colegio, solo nos preocupamos por nosotros mismos, el llegar temprano, la lonchera, las tareas, las matemáticas, el profesor Rodríguez, etc. Y al final el máximo estrés en definir lo que queremos ser en el futuro, aunque conozco algunos que todavía se lo vienen preguntando. Y es así que día a día, aprendemos, nos equivocamos y a la vez nos divertimos y hasta lloramos, todo siempre bajo la atenta mirada de todos nuestros profesores. Estas vivencias grandes o pequeñas, algunas agradables y otras no tanto, son las que conforman una base sólida sobre la cual se sostiene eso que nos hace enfrentar las diversas circunstancias que nos depara la vida.
Ustedes jóvenes, están viviendo una era de cambios, cada vez más profundos y acelerados, cambios climáticos, cambios económicos, tecnológicos, cambios en la ciudad; ustedes nacieron con la computadora, la internet, el facebook o el twiter, el celular, Nintendo Wii o el PSP. Y ni idea tienen, ojalá esté equivocado, de la máquina de escribir, de la carta por correo con estampilla incluida, del juego del lingo, del trompo o las bolitas; bueno, este es el mundo acelerado y cada vez más impersonal que ustedes conocen y disfrutan, pero a la vez es un mundo que ofrece la globalización, donde las distancias y los tiempos son casi nulos, eso debe ser entendido no para mirar hacia el exterior desde abajo, sino para aprovechar esta oportunidad para mostrarnos como nación, como producto para el mundo, pero para llegar a eso lo que falta realmente es el cambio en nosotros, en nuestra mentalidad, en nuestra actitud, el verdadero tesoro de un pueblo está en su gente, sus costumbres, su tradición y eso es lo que falta en el Perú, eso que se define como identidad nacional, países como Japón y Alemania en la post Guerra son ejemplos de esto porque entendieron que mas que solo personas eran Japoneses y alemanes, la clave está en entender que somos una gran nación, con una cultura viva, fruto de siglos de mestizaje y es en ese mestizaje donde los peruanos debemos encontrar la fuente de inspiración no solo para generar riqueza, sino, sobre todo, para aceptarnos y querernos como nación y recién a partir de ahí generar todas aquellas ideas que luego saldrán al mundo transformadas en productos y en marcas, debemos ya dejar de ser un país vendedor de materias primas y pasar a ser vendedor de productos con identidad, ahí tenemos como ejemplo lo hecho aquí en la gastronomía y el turismo. Y luego por qué no, apostar por la investigación, tecnología y cultura.
Por eso jóvenes, ustedes son afortunados en pertenecer a esta clase que recibe el privilegio de una educación con calidad académica y valores que harán de ustedes los líderes del futuro, no desaprovechen su oportunidad, estudien con tesón, no se rindan, no se conformen jamás, nunca es suficiente, quieran a sus padres y quieran a su prójimo sin diferenciarlos por la raza, religión o condición social. Siempre lograremos mejor nuestras metas personales si luchamos por un objetivo colectivo. Dicho de otra forma una sociedad más justa, solidaria y unida desarrolla mejor sus individuos.
Yo como todos ustedes, soñaba con hacer y ser algo en la vida, es decir, estudiar una profesión y trabajar en lo que más me gusta y mi elección desde muy niño, (nunca tuve otra), según mi mamá y mi profesora de primaria fue ser médico y luego gastroenterólogo. Lo conseguí, pero no es un logro personal, es fruto de todas aquellas personas que marcan la vida de uno, comenzando por los padres que con su amor y a veces sus correazos, nos sacan adelante. Gracias Papá (Lucho) y Mamá (Lucha). Luego entran en nuestras vidas nuestros maestros, nuestros segundos padres. Gracias a todos y cada uno de mis profesores por haberme tolerado y guiado durante mi etapa escolar. La otra gran persona a quien debo mi reconocimiento por su amor a prueba de balas y su apoyo incondicional es a mi esposa. Gracias Lupita. Y sobre todo gracias por prolongar mi existencia a través de nuestros dos hermosos hijos: Diego y Vania.
Finalmente quiero reiterarles que luchen por sus sueños con toda la pasión que puedan tener, nunca se rindan, nunca se conformen, quieran a sus padres, a su prójimo a su colegio y a su país, sean personas de bien. Gracias Libertador San Martín.