A veces los jóvenes y por qué no decirlo, también muchas personas mayores cometemos grandes errores al mencionar posibles decisiones personales frente a alguna probable situación complicada que se presente en nuestra vida. Muchas veces no pensamos antes de hablar y por lo tanto hacemos el ridículo expresando lo que sería la mejor solución en un caso fortuito. Por ejemplo pensamos en la actitud que tomaríamos cuando nos enteramos que tenemos poco tiempo de vida a causa de una enfermedad incurable; o nos preguntamos, ¿Qué haríamos si por un accidente quedáramos paralíticos o en estado vegetativo?. …No olvido cuando alguna vez me dijeron que nadie es dueño de su vida, ni de la vida de los demás…
Recibí un correo titulado “Eutanasia en los jóvenes”. Un artículo pequeño, ágil y hasta ameno pero que nos enseña a tener cuidado con lo que hablamos o pedimos a nuestros seres queridos en situaciones de las que he manifestado. Disfruten de este corto pero importante relato:
Anoche mi madre y yo estábamos sentados en la sala hablando de cosas de la vida…entre otras…estábamos hablando del tema morir/vivir.
Le dije: mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. “PREFIERO MORIR”.
¡¡¡Entonces mi madre se levantó con cara de admiración…Y me desenchufó el televisor, el DVD, el cable de Internet, el PC, el MP3/4, la Play-2, la PSP, el teléfono fijo, me quitó el Móvil, la Ipod, el Blackberry y me tiró todas las cervezas!!!
¡¡¡CASI ME MUERO!!!