El 23 de setiembre, antes de iniciar mi clase de matemática en los grados de secundaria, se me ocurrió preguntar a mis alumnos si se acordaban de Jorge Chávez. Luego de unos minutos de silencio, pude constatar que muchos alumnos del 2do, 3ro, 4to y 5to de secundaria, sencillamente no sabían o no recordaban quién fue Jorge Chávez. Entonces les prometí escribir un artículo en Puente cultural. Espero que a media lectura, recojan el mensaje que está dirigido exclusivamente a mis queridos alumnos.
Jorge Chávez Dartnell nació en París en 1887, sus padres peruanos lo inscribieron en nuestro consulado como peruano.
Jorge Chávez inscribió su nombre junto a los intrépidos hombres que dieron inicio a la aviación moderna. En el mes de setiembre del presente año se ha cumplido el centenario de la hazaña por la que se inmoló y con la que legó a los pilotos peruanos el lema inmortal de “arriba, siempre arriba”.
Cuando la aviación todavía estaba en sus inicios, Chávez, recién graduado de ingeniero mostró su interés por la aviación e ingresó a la escuela de vuelos Farman, participando en algunas competencias aéreas con un avión diseñado por la Compañía Farman. Había transcurrido apenas 7 años desde que el piloto Orville Wright voló por primera vez en la historia. Entonces el mayor interés de los pilotos estaba puesto en las competencias de altura. El 5 de febrero de 1910, Jorge Chávez alzó vuelo por primera vez. El viaje y la altura que alcanzó fueron cortos, pero Chávez había dado el primer paso en el cumplimiento de su sueño, volar alto, cada vez más alto, arriba, siempre arriba. Participa luego en las diversas competencias organizadas en francia, Italia, Hungría, Inglaterra y Escocia. A mediados de julio de 1910, Jorge Chávez deja los aviones Farman y compra uno de marca Bleirot, con la que obtuvo el primer puesto en altura con una marca de 1 150 metros en la competencia de Champagne. Chávez se entera que estaba en plena organización una competencia para cruzar los Alpes, desde Briga en Suiza hasta Milán en Italia. Hasta entonces todavía no había aviones capaces de llevar adelante esta riesgosa competencia ya que las máquinas tenían que por lo menos remontar los 2 100 metros de altura y por un tiempo prolongado. Jorge Chávez sólo había llegado hasta poco más de 1 500 metros. En medio de los Alpes, los pilotos iban a enfrentarse a fuertes vientos. Era todo un reto. Aquí viene entonces jóvenes estudiantes, el gran ejemplo y mensaje del presente artículo: Si cada uno de ustedes se traza una meta personal a corto plazo como por ejemplo salir invicto y con buenas notas al final del año escolar, esa meta jamás será lograda si no ponen de su parte: esfuerzo, sacrificio, perseverancia, entusiasmo y buena voluntad, como lo hizo Jorge Chávez durante su preparación. Toda su perspectiva estaba centrada a lograr esa meta trazada. Luego de su triunfo con 1 150 metros en Champagne, llega a los 1 647 metros el 3 de agosto de 1 910 logrando el primer puesto en Inglaterra. El 8 de setiembre bate el récord mundial en Issy-Les-Moulineaux, cerca de París alcanzando los 2 652 metros. Jorge Chávez sigue su plan de preparación para participar en la competencia de su vida. No creía imposible remontar los Alpes. Recorre finalmente el camino en automóvil observando las montañas, ubicando llanos y lugares donde podría utilizar como campo de aterrizaje en caso necesario. Luego del estudio de la ruta, Jorge Chávez dijo a los organizadores del cruce de los Alpes: “Estoy decidido”, quedando oficialmente inscrito en este importante certamen.
Antes de partir a su meta final, Jorge Chávez muy motivado, le confió a su amigo Joseph Christiaens lo siguiente: “Dar la vida para no lograr nada, sería estúpido. Darla para vencer, esto es hermoso”. El 23 de setiembre de 1 910, Jorge Chávez logró la extraordinaria hazaña de remontar por primera vez los Alpes, luego de traspuesta la alta cumbre, en el descenso de la montaña majestuosa, el Bleirot se precipitó a tierra por la rotura de una de las alas. Ha caído Jorge Chávez en su lucha por el ideal logrando finalmente su gran meta.