Creo que una cosa es informar y otra tomar conciencia. Se ha informado mucho, aunque no lo suficiente en diferentes medios de comunicación, sobre el calentamiento global; pero estoy seguro muy pocos están tomando conciencia sobre las consecuencias de este calentamiento. En 1967 los medios de comunicación escrita sacaban en grandes titulares: “Fin del mundo”; un asteroide bautizado como “ICARO”, aproximadamente del tamaño de la isla San Lorenzo en el Callao y cuya materia era hierro puro, se acercaba a la órbita terrestre con una velocidad superior a los 70 mil kilómetros por hora y con muchas probabilidades de colisionar con nuestro planeta. El impacto desfogaría una energía mayor a la de miles de bombas atómicas y por ende causaría nada menos que el fin de la vida en la tierra. Las informaciones generaron pánico en el mundo entero, registrándose suicidios en diversos lugares; sin embargo ese impacto anunciado no sucedió. El asteroide pasó muy cerca como miles de asteroides lo hacen permanentemente. Pero nada está descartado en el futuro; por lo tanto el riesgo de una colisión y el fin del mundo por un impacto de esta naturaleza se mantiene latente.
Sin el ánimo de causar alarma alguna, pienso que el fin de la vida en la tierra por el impacto de un asteroide sería instantáneo. Comparemos ahora con la extinción de la vida en un planeta donde el agua, líquido vital, se agota o se envenena día a día, como ya está ocurriendo en estos tiempos debido al calentamiento global y a la extracción irresponsable de los minerales sin la debida protección del medio ambiente. Llegará un momento donde la lucha por un sorbo de agua será terrible, primero entre las naciones, luego entre los pueblos de una misma nación, finalmente entre nosotros mismos.
Hago este comentario un tanto extremo para que tomemos conciencia de lo que se avecina si no controlamos o detenemos el calentamiento global; los científicos aseguran que todavía estamos a tiempo. Entonces, este sábado 28 démosle todos un respiro a nuestra aldea global, al hogar de todos nosotros; un respiro a nuestro planeta azul. Todo lo que debemos hacer es apagar las luces por lo menos dos horas a partir de las 8:30 p.m. así como desenchufar todos los artefactos eléctricos. Nuestro compromiso no sólo debe ser la difusión de esta campaña; nuestro verdadero compromiso debe ser principalmente cumplirla.
Para finalizar reproduzco textualmente lo que la organización mundial “WWF” difunde en todo el mundo:
“La hora del Planeta es un llamado de atención para que personas, empresas y gobiernos de todo el mundo reflexionemos sobre nuestros hábitos de consumo y sobre lo mucho que podemos lograr con acciones tan sencillas, como apagar la luz o desenchufar un artefacto, para contribuir a reducir el más grave problema de nuestro país y el mundo: el calentamiento global.
¿Porqué es importante participar?… Desde 1990 se han registrado los 10 años con temperaturas más altas en el planeta. Perú es uno de los paises más vulnerables, y día a día por los efectos del calentamiento global tú y todos los peruanos perdemos fuentes de agua, alimento y energía. Está en nuestras manos ayudar a cambiar el curso del cambio climático. Súmate.
Apaga la luz. Ilumina el futuro”.
Mientras más nos demoremos en actuar, mas dificil será la recuperación de nuestro planeta. Lo que antes se consideraba ficción podría convertirse en realidad para desgracia de la raza humana.